sábado, 11 de abril de 2015

Maria Elena Mitre dijo que Gaspar Chiappetta es un delincuente y entregador!

Una de las hermanas de Luis Emilio Mitre rompió el silencio

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María Elena Mitre rompió el silencio respecto al crimen de su hermano Luis Emilio Mitre y acusó a Tomás González y Gaspar Chiappetta de ser los "entregadores" de la víctima.

En diálogo con el programa "El expediente", por C5N, María Elena sostuvo que tanto González como Chiapetta no eran exparejas de Mitre como ellos sostienen y los acusó de "aprovecharse del acceso que tienen al expediente". 

"Estos chicos han aprovechado que tienen acceso al expediente para después transformar las cosas a la ue les conviene", afirmó en comunicación telefónica.

A su vez, la mujer sostuvo que tanto González como Chiapetta no fueron pareja de su hermano, los calificó de "delincuentes" y agregó que la familia sostiene "que son ellos los que han sido los entregadores". 

En tanto, consideró que el nuevo juez que tiene a cargo la causa por el asesinato de su hermano que se reactivó en 2014 con la declaración de sus sobrinas "es una maravilla".

martes, 24 de marzo de 2015

El crimen de Luis Emilio Mitre: una década de misterio

El crimen de Luis Emilio Mitre: una década de misterio

En una entrevista en "El Expediente", por C5N, Gaspar Chiappetta, que estuvo acusado por el asesinato, aportó datos que apuntan a la hipótesis de que el crimen pudo haber sido cometido por un familiar.
El 31 de diciembre de 2005, Luis Emilio Mitre, hermano del director del diario La Nación fue asesinado en su departamento del barrio porteño de Recoleta. 

Si bien en un primer momento se pensó que podía tratarse de un robo, esa hipótesis termino siendo descartada por los investigadores. La autopsia determinó que el abogado había sido estrangulado.

"Todos supimos que estaba por hacer el testamento y sólo iban a estar algunos sobrinos, ex parejas, amigos, yo, según me había dicho", sostuvo Gaspar Chiappetta, ex pareja de Mitre.

Además, señaló que "las sobrinas dudan de la familia y le preguntaron a su madre por qué habían tardado seis horas en llamar a la Policía" después de haber encontrado el cuerpo. Incluso aseguró que los asesinos "entraron al departamento con la llave".
En un testimonio que se tomó en la causa en marzo de 2014, Paula Lamarca Mitre, sobrina de Luis Emilio Mitre e integrante de la querella, deslizó sus dudas con respecto al hermano, Bartolomé Mitre y sobre la posibilidad de que la familia haya encubierto lo sucedido.

A 10 años del crimen de Luis Emilio Mitre, el caso sigue impune

A 10 años del crimen de Luis Emilio Mitre, el caso sigue impune

El 31 de diciembre de 2005 el hermano del director del diario La Nación fue asesinado en su departamento del barrio porteño de Recoleta. Dicen que el crimen no fue pasional sino mafioso.
Si bien en un primer momento se pensó que podía tratarse de un robo, esa hipótesis termino siendo descartada por los investigadores. La autopsia determinó que el abogado había sido estrangulado.

En la escena fueron encontrados tres tipos de ADN, uno pertenece a la víctima, mientras que los dos restantes a los autores del crimen, quienes podrían haber sido parte del entorno de Mitre.

Mafia, pasión y un testamento.

Gaspar Chiappetta alias "Ener", quien fue acusado de haber matado a Mitre, puesto en prisión y luego liberado a los 15 días por falta de pruebas, afirmó que el crimen del hermano del director de La Nación no fue pasional, sino mafioso.

"Hay algo muy oscuro alrededor del crimen de Mitre, tal vez le prometió a alguien ponerlo en su testamento pero al sacarlo quiso vengarse", afirmó en su momento Chiappetta en declaraciones a Radio 10.

Hablo Gaspar Chiappetta y sembro dudas sobre crimen de Luis Mitre

EL ÚNICO ACUSADO QUE TUVO LA CAUSA HABLÓ LUEGO DE AÑOS DE SILENCIO

Siguen las dudas por el crimen del hermano del director de La Nación

El caso está impune. La ex pareja de Luis Emilio Mitre sospecha que la familia encubrió el homicidio. El misterio del testamento.

Siguen las dudas por  el crimen del hermano  del director de La Nación
El 31 de diciembre de 2005, Luis Emilio Mitre, hermano de Bartolomé, director del diario La Nación, fue asesinado en su departamento de Recoleta. La autopsia determinó que el abogado había sido estrangulado. En principio, los investigadores creyeron que podía tratarse de un homicidio en ocasión de robo, aunque esa hipótesis finalmente fue descartada.
"Todos supimos que estaba por hacer el testamento y sólo iban a estar algunos sobrinos, ex parejas, amigos, yo, según me había dicho", sostuvo Gaspar Chiappetta, quien había mantenido una relación con la víctima. "Ener", como le dicen a Chiappetta, fue detenido en mayo de 2006 como principal sospechoso en la casa de su familia, en Larrea al 700. Hasta allí lo siguieron tres detectives de la División Homicidios de la Policía Federal. A los 15 días fue liberado.
Chiappetta fue entrevistado el fin de semana por los periodistas Paulo Kablan y Mauro Szeta en El Expediente, programa que emite C5N, y planetó algunas dudas del caso que permanece impune. Señaló que "las sobrinas dudan de la familia y le preguntaron a su madre por qué habían tardado seis horas en llamar a la policía después de haber encontrado el cuerpo" y añadió que los asesinos "entraron al departamento con la llave".
La ex pareja de la víctima se refirió al testimonio que se tomó en la causa en marzo de 2014, en el que Paula Lamarca Mitre, sobrina de Luis Emilio Mitre, deslizó sus dudas con respecto a Bartolomé Mitre y sobre la posibilidad de que la familia haya encubierto el homicidio.
El cuerpo de Luis Emilio Mitre, de 58 años, fue encontrado en su departamento del octavo piso de la calle Posadas al 1400 el 2 de enero de 2006. Estaba con una bolsa de nailon en la cabeza, vestido con una camisa anudada, pantalones negros y sin zapatos. Cuando sus familiares abrieron la puerta del piso, escucharon música francesa que sonaba en el equipo de audio y encontraron el equipo de aire acondicionado encendido. La noche del 30 de diciembre de 2005, último día que fue visto con vida, Luis Emilio había ido a cenar a un restaurante y habría vuelto al departamento minutos antes de las 23 hs.
Un vecino del edificio comentó que esa tarde había compartido ascensor con dos jóvenes, que tendrían unos 20 años, y declaró que los sospechosos habrían subido hasta el octavo piso alrededor de las 20:45. "Hay que investigar si alguien les abrió o esperaron escondidos hasta la llegada de la víctima", dijeron entonces los investigadores. Sin embargo, el testigo no pudo reconocer a los presuntos asesinos cuando le mostraron fotografías. Este vecino tampoco logró reconocer a Chiappetta, quien fue a la rueda junto con uno de los custodios del edificio donde vivía Mitre. Este agente de seguridad luego murió, al igual que el otro empleado de seguridad que trabaja en el edificio por entonces.
Otra de las polémicas que rodea al caso es que el psiquiatra de la víctima llegó antes que la policía a la escena del crimen pero se retiró porque tenía que atender a un paciente. Para Chiappetta, la familia Mitre encontró desnudo a Luis Emilio y lo vistió, alterando la escena.
"Nos veíamos, nos frecuentábamos. Pero luego no separamos. En diciembre de 2005 lo contacté por temas laborales y una semana antes de que lo maten cortamos el contacto", señaló Chiappetta. «

Descargo
Chivo expiatorio
Chiappetta denunció que fue imputado falsamente por María Elena Mitre, hermana de la víctima.

lunes, 11 de agosto de 2014

Gaspar Chiappetta y Victor Stinfale escriben un libro?

Gaspar Chiappetta diseñador y actor junto a Victor Stinfale,su abogado,escribiran en breve el libro sobre el crimen de Luis Emilio Mitre,asesinato impune que lleva 9 años sin resolver y además apuntan las sospechas a la misma familia de sangre.
Esta en juego la fortuna millonaria y viejos rencores de cuna.
Según testimonios recabados del expediente la que estaría mas complicada seria Maria Elisa Mitre,su hermana menor.
Recordemos que cuando se descubre el crimen ese 2 de enero del 2006 entre allegados y familiares directos se demoro 5 horas en denunciar el hecho a las autoridades,se especula que modificaron la escena del crimen y de que hasta vistieron el cadáver,eso decía Gaspar Chiappetta días pasados en una radio local.
Esta causa tuvo 3 jueces y el actual que es el dr Santiago Quian Zavalia deberá resolver la suerte que corre cada protagonista.
Iran presos los Mitre del periódico La Nación?
Seran imputados por omisión de denuncia y encubrimiento agravado?

viernes, 20 de junio de 2014

Jorge Asis escribe El rescate de Mitre

Jorge Asis para JorgeAsisDigital.com. Miércoles, 4 enero , 2006. / A- A+

Rescate de Mitre

En el Bar de Posadas, de Jesús, sus habitués se encuentran consternados por el crimen previsible.

Rescate de Mitre
Sólo por simplificadora comodidad, puede aceptarse que, al previsiblemente asesinado Luis Emilio Mitre, se lo identifique por su condición de hermano de Bartolomé, el director formal de La Nación.
En todo caso, Luis Emilio, acaso el infortunado más psicológicamente interesante de la saga de los Mitre, podía, con todo su derecho, haber sido recordado por ser el hermano preferido de Elisa.
Sobre todo porque ella, Elisa, la psicóloga, se atrevía a encarar la faena de entenderlo. Ella solía  protegerlo de las consecuencias perfectamente reprochables del estilo de vida.
El que supo dibujar, en su conciente descenso, la trágica ceremonia de su muerte.
Al fin y al cabo, la manera de vivir suele construir su propia manera de morir.
Aunque se convierta en una mancha indeleble para las adiposidades sociales del prestigio familiar. Situaciones de beligerancia que permiten valorar, en un nivel más elevado, trayectorias como la de Oscar Wilde. O mejor, Oscar Hermes Villordo, Manuel Puig, acaso el invalorable Manuel Mujica Laínez.Cualquier habitué de la calidez ambiental del Bar Posadas, o del acogedor Bar de Jesús, de Posadas y Rodríguez Peña, podía toparse, a menudo, con la presencia sigilosamente impertinente de un Flaco que no podía pasar nunca inadverdido. Luis Emilio Mitre.
En general, en la barra. Ataviado del modo más esmeradamente informal que directamente estrafalario. Podía calzarse, por ejemplo, un traje oscuro de marca, acaso con botas, y con una gorra del tipo casquette, o de capitán de barco.
Padecía una cierta palidez crónica. Mantenía un desgarbamiento natural que admitía la reventada evocación del cuerpo flaquísimo de Charly García.Aquel marginal de los Mitre bebía, en dilatado silencio y bastante sólo, siempre champagne. A cualquier hora.
Casi sin comentarios pero siempre amablemente. Inofensivo, a pesar de la insolencia de su estampa. Podía percibirse que Luis Emilio Mitre había optado por la placidez del abandono espiritual.
Más que dejarse estar, parecía haber entregado su suerte al rigor de la indolencia. Y posiblemente, en determinado momento, a la tensión de la búsqueda. Con la frustración del desperdiciado que pudo haber sido un intelectual tal vez notable. De haber asumido, y expresado en palabras o en trazos, la estética de la identidad que desesperadamente disfrutaba. Aunque la soportaba, como si fuera una carga.
La muerte, después de todo, nunca debería atenuar el rigor de una crónica que aspire a situarse, al menos, a la altura de su desmoronamiento.
Porque había que aceptar que su cercanía, al fin y al cabo, producía una extraña combinación de desagrado y tristeza.
De manera que, pese a los brotes de su humor, Luis Emilio Mitre se había convertido en el personaje ideal para evitarlo.
Para saludar, acaso, al voleo.
Aunque cualquiera pudiera conocer que aquel Flaco, con tendencia gráfica a la cirrosis, de aspecto insolentemente trasgresor pero que no molestaba a nadie, aparte de una aceptable cultura general, y de su fachada casi grotesca, disponía de casi cincuenta millones de dólares.
Habrá que atenerse, en principio, a la crueldad de la información básica que se trata de evitar.
O que se da, por una cuestión de deplorable buen gusto, por sobreentendida.
Trátase del dato básico, del que se prescinde en la higiénica sumatoria de artículos publicados, por una razón de respeto misericordiosamente erróneo.
Para ser explícitos, debe destacarse el atributo de su homosexualidad.
Una orientación sexual que Luis Emilio Mitre vivía de manera ostensiblemente culposa.
Por socialmente persecutoria, más que discriminatoria.
Por lo tanto, el tratamiento del caso Mitre puede exceder el marco desodorizado de un artículo circunstancial. Y tienta a interpretar la descarada hipocresía que impregna a la problemática del homosexualismo en la Argentina.
Para colmo, entre el desvarío de una anquilosada clase alta que, en algún recodo ilusorio de la historia, se supuso aristocrática.
Y justamente en una sociedad como la de Buenos Aires, que suele coronarse como la capital convertida en una atractiva meca del redituable turismo gay.
Con pintorescas marchas del clásico orgullo, con indemnes zonas rosas abiertas que poco tienen, en realidad, que envidiar a San Francisco.
Ciudad que al asesinado Mitre, por otra parte, le fascinaba. Y donde suelen invertirse los términos, porque aquí son claramente discriminados los heterosexuales.
El exceso de mariconería suavemente colectiva hace que cualquier hombre, en San Francisco, si se siente atraído por una mujer, se arriesgue a ser señalado como un marginal.
Sin embargo, silenciar la homosexualidad de Luis Emilio Mitre se convierte en una manera de tergiversar las claves del horror de un crimen, en cierto modo, calculado por la inteligencia de la víctima, como irremediablemente previsible.
Porque Mitre registraba, en los últimos años, una patética tendencia hacia la promiscuidad.
Aunque pueda pesarle a la familia explicablemente prejuiciosa, que invita al consuelo reparador de oraciones póstumas, la víctima, pobre, podía haberse convertido en un veterano conciliador de amores alquilados.
De todos modos, el caso Mitre presenta ciertas aristas de misterio literario.
Se informa, acaso equivocadamente, que a Mitre lo habrían asesinado el viernes 30.
Con la técnica franco-argelina del submarino seco. Es decir, por asfixia, aquí con la cabeza en un bolso emblemático, ideal para residuos. Atado, inconcebiblemente, con cordones de zapatos. Con desorden lógico en el departamento del octavo piso, y con la llamativa desaparición de las medallas.
En apariencias, se trataba de medallas de sucesivas condecoraciones. Representaba el testimonio de la fantasía, que el  sensible diferente de los Mitre, valoraba más, entre los objetos heredados por su padre.
Surgen también otras evidencias pedestres que hubieran escandalizado, por lo frágiles, a Agatha Christie. Por ejemplo, que la acumulación de diarios en su puerta representó el motivo del descubrimiento del crimen, durante la mañana del lunes 2.
Sin embargo, cierto testigo anónimamente irreprochable, afirma haberlo visto, a Mitre, durante la tarde del domingo 1, en el único bar que persistió abierto en la zona.
El “Ché Buenos Aires”, de Libertador y Montevideo. Y que estaba acompañado.
A doscientos cincuenta metros del edificio rigurosamente vigilado, de Posadas entre Rodríguez Peña y Callao. Vigilado por los riesgos que pudieran provenir del exterior. Pero vigilado, además, por la jerarquía discutible de ciertos pesos que fueron, en algún momento, pesados, y que ocupan las unidades.
Desde un ex presidente de la Suprema Corte, hasta una ex diputada del Tucumán, derrotada candidata a la gobernación.
Un físicamente prominente ex director del Banco Nación, que fuma habanos y supo padecer su deplorable cuarto de hora.
Un afectuoso dirigente peronista de Buenos Aires de voz aguardentosa. Alguien que ya ni suele enojarse cuando lo llama, por ejemplo el Suscripto, El Padrino.
A todos ellos se los podía ver, en algún momento, en el Bar Posadas. Como a Mitre.
El edificio cuenta, por último, con cámaras del primer mundo que permiten que cualquier copropietario pueda mirar inútilmente hacia la entrada.
Sin embargo también es notable la falsedad del subdesarrollo. La vigencia de la improvisación, que induce a aceptar honrosamente que aquellas cámaras no contengan siquiera un registro de filmaciones. Acaso para no acrecentar, claro, la cuenta mensual del consorcio.
Del edificio de Posadas, Luis Emilio Mitre entraba y salía no menos de doce veces diarias.
Solía entrar, a veces, con jóvenes. Sería entonces una desmesura afirmar que aquellos jóvenes fueran exclusivamente “chongos”. Profesionales contactados telefónicamente, de inquietante euforia mercenaria.
Sin embargo, según nuestras fuentes, y sin aclararse aún el misterio de la supuesta presencia, el domingo, en el Ché, nadie, de vigilancia, lo vio a Mitre, desde el viernes, entrar ni salir.
Cabe entonces consignar entonces la sobria posibilidad de que Mitre hubiera sido visitado por algún otro copropietario del edificio de Posadas 1454.
O por algún adscripto a las cuestiones de vigilancia y seguridad. Alguien que también podría participar de los atributos del refinamiento que caracterizaba a Oscar Wilde, de orientación similar.
Ciertos ocasionales conocidos del barrio, vocacionales observadores que suelen juntarse, con asiduidad o no, en el Bar social Posadas, pueden disponer, acaso, de mayor calidad de información que en la Comisaría 17. O que en la Fiscalía respectiva.
Sobre todo porque las instituciones pueden encontrarse aceptablemente condicionadas por los rigores sutiles de la prudencia mal interpretada.
Por la dimensión prejuiciosa que obstaculiza el descubrimiento de la verdad. Que puede resultar candorosamente lesiva para la honorabilidad, casi marmórea, de una poderosa familia centenaria. Aderezada por exponentes que prefieren resistirse a abandonar la situación decorosa de estatua.
Por lo tanto no atreven a la aventura de rescatar, con trasparencia, las opciones de vida de uno de sus hijos que persistía en la atracción franca del descenso. Movilizado, casi empecinado, y pese a los riesgos, por -como diría Bernard Henry-Levy- la aventura de su libertad.

FUENTE:http://www.jorgeasisdigital.com/2006/01/04/rescate-de-mitre/

martes, 3 de junio de 2014

Cristian Castro genera polémica: Ya me cansé de las mujeres

MINUTO A MINUTO

Cristian Castro genera polémica: Ya me cansé de las mujeres

Pero asegura que hasta el momento no ha tenido experiencias sexuales con otros hombres.


http://ojo.pe/ojo/nota.php?/minuto-a-minuto/cristian-castro-y-sus-polemicas-declaraciones-ya-me-canse-de-las-mujeres/&txtSecci_id=51&txtNota_id=834866
               
03 de Junio del 2014

Cristian Castro parece haber decidido salir del clóset con sus picantes declaracines.

'Ya me harté de las mujeres, salen muy caras, si fuera gay me conseguiría un milloneta que me mantenga como rey, y yo le cante bien bonito al oído, y me pongo una tanga especialmente para él', comentó el hijo de Verónica Castro en declaraciones citadas por el portal El Intransigente.

En la misma entrevista, Castro asegura no discriminar a los homosexuales: 'Yo respeto mucho a los gays, tengo amigos gays, trabajo con gays, tengo fans que son gays, hasta ahora no he tenido experiencias sexuales con otros hombres, pero no critico a quien si lo haya hecho, la sexualidad es parte de la vida y debe hacerse libremente, sin perjuicios'.

Cabe destacar que hace unos años se rumoreó que Cristian había tenido una relación con el modelo argentino Mariano Gaspar Chiappetta.