MADRID.- En respuesta al duro plan de ajuste anunciado por el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, los principales sindicatos se pusieron ayer en pie de guerra y convocaron a una huelga del sector público para el próximo 2 de junio, lo que agrava la cada vez más tensa situación social de España.
Al término de una reunión en La Moncloa, convocada por Zapatero para explicar las medidas de austeridad, la socialista Unión General de los Trabajadores (UGT) y las Comisiones Obreras (CCOO), de inspiración comunista, no descartaron "ningún escenario" en su plan de lucha y dejaron las puertas abiertas a una huelga general, su arma más drástica.
Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, apoyó las medidas y manifestó su rechazo a los reclamos sindicales. "El país no está para ningún tipo de huelga", advirtió.
Después de los elogios del Fondo Monetario Internacional (FMI) al ajuste, ayer se sumó el presidente norteamericano, Barack Obama, que consideró que las "audaces" medidas ayudarán a "resolver la situación económica de Europa y crear confianza en los mercados".
Sin embargo, del lado sindical la ofensiva contra el ajuste parece irreversible, a pesar de que no se llegó al punto de convocar de inmediato a una huelga general.
"Las aclaraciones que nos ha trasladado el presidente nos han ratificado totalmente en nuestra oposición y rechazo", dijo Cándido Méndez, secretario general de la UGT. "Las organizaciones de ambos sindicatos están poniendo en marcha procesos de movilización [...] que pueden derivar en un paro general en fechas próximas", advirtió Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO.
En plena crisis
"Le hemos reiterado nuestra disconformidad con el contenido y la orientación [de las iniciativas]", declaró Toxo, y consideró que el jefe de gobierno "ha elegido la peor de las vías, en un momento en que la crisis no ha sido todavía superada, para dar respuesta a las exigencias de los mercados financieros.".
En consonancia con los reclamos del FMI y la Unión Europea, Zapatero anunció una reducción del 5 por ciento del sueldo de los funcionarios públicos, la eliminación de la ayuda por nacimiento de hijos y el congelamiento de las pensiones, lo que significa un drástico "tijeretazo" en los gastos del Estado con el fin de ahorrar unos 15.000 millones de euros.
"El desempleo no se va a reducir con estos sacrificios. Probablemente va a aumentar, porque la recuperación va a tardar más en llegar´´, estimó el secretario general de la UGT.
El Consejo General de la Federación de Servicios Públicos de la UGT convocó a una huelga para el 2 de junio, para "hacer frente a la agresión sin precedente que significa el incumplimiento de un acuerdo en vigor que ya contemplaba el escenario de crisis".
Según la UGT, con estas medidas el gobierno incumple el acuerdo de negociación colectiva de los empleados públicos alcanzado con los sindicatos en 2009 para elevar los sueldos de los funcionarios un 0,3 por ciento este año, con una cláusula de revisión salarial al final del ejercicio.
También fue invitado a participar de la protesta el sindicato mayoritario de los funcionarios, el CSIF, que analizará la medida el próximo lunes.
Fuentes del gobierno informaron que Zapatero "escuchó con atención" los argumentos de los líderes sindicales y "les expresó su respeto hacia sus posiciones y las decisiones que adopten".
El malestar por las medidas anunciadas por el gobierno para reducir el déficit público se suma al clima de intranquilidad económica que se vive en España -uno de los países más afectados por la crisis, junto con Grecia y Portugal- y a la inestabilidad laboral, con más de un 20% de desempleados.
El plan de ajuste también recibió críticas por parte de la prensa. El País sostuvo que Zapatero "atravesó el Rubicón y cruzó una de las líneas rojas que él mismo había prometido no traspasar nunca: el recorte de gastos sociales".
Agencias AP, AFP, EFE, ANSA y DPA
LIDERES BAJO PRESION
GIORGLOS PAPANDREU
Primer Ministro griego
Como en la crisis argentina de 2001, la clase política griega se ha convertido en el blanco del odio de los ciudadanos griegos, que han reaccionado con furia al plan de ajuste de Papandreu, cuyo futuro político ahora pende de un hilo.
JOSE SOCRATES
Primer Ministro portugués
Los partidos de izquierda, que tienen gran peso en el Parlamento, y los principales sindicatos rechazaron unánimemente el ajusto impulsado por el premier socialista.
JOSE LUIS RODRIGUEZ ZAPATERO
Presidente del Gobierno español
Después de resistir durante seis meses las presiones para reducir el gasto público, el mandatario dio un brusco giro en su política social y anunció anteayer un duro plan de ajuste que provocó una fuerte reacción de los principales sindicatos.
SILVIO BERLUSCONI
Primer Ministro italiano
Su popularidad está en baja por sus escándalos sexuales y enfrenta disputas internas en su partido y un caso de corrupción. Un ajuste podría ser la gota que colme la paciencia de los italianos con su primer ministro.
DAVID CAMERON
Primer Ministro británico
Recién llegado al poder al frente de una coalición de futuro incierto, dejó en claro desde el primer día que su prioridad será reducir el enorme déficit fiscal. En esa línea, los ministros de su gabinete aceptaron rebajarse el sueldo en un 5%.
